Esta textura se desarrolló sobre todo durante la Edad Media. En esta etapa la música, así como también la educación, estaba ligada a monasterios y conventos, es decir, a la Iglesia. Así pues, la monodia se desarrolló en un ámbito religioso, denominándose a la música monódica religiosa de esta etapa histórica como canto gregoriano.
La música religiosa durante la Edad Media: el canto gregoriano
La influencia de la Iglesia como poder político y cultural
fue decisiva durante toda la Edad Media. La Iglesia acogió con agrado la música
en templos y monasterios, mezclando en sus cantos la herencia musical griega
con la judía.En el siglo VI, el papa Gregorio I se encargó de
establecer una recopilación en latín de los mejores cantos religiosos e
imponerlos como oficiales desde Roma a todas las iglesias locales. Hoy día
conocemos ese conjunto de cantos como canto gregoriano o canto llano. En el
canto gregoriano la música se compone de una única melodía cantada sin
acompañamiento, es decir, una monodia. Su intención era exclusivamente
religiosa: se trataba de transmitir la palabra sagrada, y por eso la voz humana
fue considerada como el instrumento más apropiado.La necesidad de conservar y difundir el canto gregoriano
favoreció la invención de la escritura musical. Por otra parte, el deseo de
enriquecer la melodía gregoriana dio lugar a la polifonía, la combinación
simultánea de dos, tres o más melodías de modo que al cantarlas juntas suenen
bien.La escritura musical, denominada notación, era muy arcaica. No existía el pentagrama actual así como tampoco la clave de sol de nuestros días. Al igual que la música, la notación fue avanzando hasta convertirse en lo que es en la actualidad.
Aquí podéis observar dos partituras de canto gregoriano:
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